miércoles, 31 de agosto de 2022

Novatadas, Colegio Mayor, principios años 70

Según mi propia experiencia, recordando pasado medio lustro, con probables lagunas mentales, describo los procesos básicos de aquel tiempo y lugar, a modo de protocolos.

Inicialmente en un salón de actos, no solemne, se exponían todos los novatos ante los que lo fueron el año anterior, por cierto, eran siempre los más peligrosos, y por supuesto ante el resto de colegiados con mayor veteranía y aparentemente moderados.

En una primera fase vestidos en su modo habitual, mas tarde en traje de noche, alias pijama, a veces elegante ya que se recomendaba ir con corbata, los más atrevidos altamente elegantes, con dos corbatas perfectamente anudadas, la primera de forma tradicional y la segunda con el nudo hacia atrás, con el fin de divisar la corbata y su nudo en ambas direcciones; como colofón a la presentación y desfile de los recién llegados lo atrevido su lucimiento en ropa interior, viendo su temple, su saber estar,  ya que en aquellas épocas, para algunos, era la primera vez que salían fuera de su zona de confort familiar.

Todo siempre con el mejor fin, salvo alguna perrería aislada, ocasional que por suerte, debido a mi memoria selectiva recuerdo menos.

En cuanto a las salidas al exterior

Se realizaban cual guardería actual en sus excursiones a pie, todos los neófitos uno tras otro cogidos de la cuerda, para que no se nos perdieran o escaparan, vaya usted a saber. Un responsable delante, otro detrás y un mogollón de espectadores interesados en el magno espectáculo que se esperaba.

Recuerdo un par de viajecitos.

·         Serenatas a las residencias de señoritas.

Independientemente del entretenimiento y el intento de conocer a los recién llegados, era ver su comportamiento en grupo o individualmente en diferentes temas, incluso con público femenino, en aquella época las mayorías de residencias, colegios y demás estancias no solían ser mixtos. El paseo a los balcones ocasionalmente estaba acompañado por instrumentos de música para mejor entonación de los nuevos cantores, como en todas las ocasiones había timoratos, algunos perdían la timidez y otros, pocos por suerte, hasta la vergüenza. Volviendo a nuestro lugar de estancia entre risas y cierto jolgorio. Unos decían que habían ligado, cosa dudosa, la relación balcón a calle y la multitud no era lo más propicio. A posteriori podría ser.

·         Paseo a echar unos polvos a la Puerta del Sol

Como experiencia única, no tengo conocimiento que en otros años se produjera. Saliendo del Colegio Mayor en la consabida fila íbamos a la puerta del Sol, como he indicado anteriormente. Ante la incredulidad, el asombro, el susto de muchos de los presentes. Los organizadores de la expedición llevaban una caja con los instrumentos adecuados a tal fin. Una vez allí se elegía a los afortunados, a pesar de sus reparos, a cumplir tan digna tarea. Se les desplegada para contemplación del grupo y se les entregaba la caja misteriosa, la abrían y encontraban el talco necesario para echar los polvos, por el pequeño viento reinante volaron muy poco.

Como incidente, no previsto, los grises divisaron la escena y nos recomendaron regresar a nuestros orígenes. En pequeños grupos acompañamos a los que no conocían bien el camino hasta nuestro Colegio Mayor, con la mayor moderación y sin jolgorio. Una vez dentro de nuestras estancias se dieron las risas correspondientes.

martes, 28 de junio de 2022

La aventura y las secuoyas.

 

Hace unos cuantos años, por el último cuarto del siglo pasado, según mí, posiblemente, deteriorada memoria, el disfrute de dos grupos. La familia de un gran compañero de trabajo de esa época, de los de apretón de manos fuertes, y la gente de la mía.

Viajamos hasta cerca de una mítica montaña, bastante frecuentada por otros amigos, senderistas de los buenos y no como yo.

En sus alrededores, nos habían comentado, en una finca, había unos árboles geniales, enormes, de para abrazarlos nos necesitada al menos a todos los que íbamos.

Buscamos un arroyuelo, que parecía según los entendidos el acceso a la zona, con una malla metálica de protección. La levantamos con sumo cuidado para que pasaran los más pequeños, mojándose lo mínimo los pies y posteriormente procedimos al correspondiente chapoteo los mayores.


A los que estamos acostumbrados a un paisaje secano nos sorprendió inmediatamente un bosquecillo altísimo, con la sensación de frescura ambiental, un microclima que nos lleno de alegría y felicidad.

Lo asombroso fue cuando vimos los grandes árboles, majestuosos mucho más altos de lo que podíamos pensar. Quedaron grabados para siempre en nuestro recuerdo.                            


 
                                  

A la vuelta salimos por el paso del arroyo y al llegar a nuestros vehículos, entendimos que la malla no era de protección para accidentes, sino marcando los límites de la propiedad posiblemente privada.

Acabamos la aventura y seguimos recordando el día pasado con gran alegría.

                                                                                                                                                                            Junio 2022

domingo, 27 de septiembre de 2020

COSAS SUAVES DEL DIA

Hoy domingo, 8 y poco de la mañana. El desayuno como  todos los días, un poco diferente, preparado con tiempo.

Ayer, a última hora de la tarde una preparación suave. Cortar unas ramitas de albahaca  cultivada en casa. En un plato hondo una buena porción de buen aceite de oliva, trocitos de jamón, las hojas pequeñas de la albahaca cortaditas, un buen tomate rallado encima, otro poquito de aceite, Hojas grandes de la albahaca formando la superficie.

Se deja reposar en la nevera hasta el día siguiente.

Se saca por la mañana, dejándolo atemperar, posteriormente se parte el bocadillo y se pone en su interior, Se degusta con algún traguito de cerveza (es domingo).

Las hojas grandes se reservan para el final y se comen.

Acompañado al final de un té negro tipo Ceilán (en esta ocasión)

En ocasiones los detalles sin importancia (aparente) son los más agradables y no es nada difícil.

Solo hay que vivirlo conscientemente.


sábado, 12 de septiembre de 2020

Samarcanda, Kalyan, Leyenda de la torre de la muerte.

 En la antigüedad había un gobernador de la ciudad de Samarcanda, al que no le importaba ser un mal gobernante y pasaba todo su tiempo en fiestas y placeres.  Colérico, cruel y caprichoso, en sus arrebatos hacia tirar a sus sirvientes e incluso a sus amigos desde lo alto de la torre, para divertirse y demostrar su poder. 

Estaba casado con una mujer hermosa y de gran corazón, que en secreto y entre sombras ayudaba a los súbditos más desfavorecidos y necesitados. Enterado uno de los ayudantes del Gobernador, lo puso en conocimiento de su Jefe. Entrando en gran cólera, ordeno que arrojaran a su esposa desde la torre al amanecer, en presencia de toda la población. 

La esposa pidió su último deseo, que le fue concedido, vistió sus vestidos con amplias faldas y grandes pliegues. Al amanecer subió a lo alto del minarete, y elevando su cabeza hacia el sol naciente se lanzó al vacío. Todos estaban expectantes bajo el minarete, cuando vieron acercarse multitud de bandadas de pájaros blancos. Estaban asombrados viendo como los picos de las aves sujetaban los ropajes de la mujer, hasta dejarla suavemente en el suelo, desapareciendo en el horizonte con la misma rapidez que acudieron a salvar a la benefactora de los habitantes. 

Entrando en cólera el mandatario anuncio ante la multitud que todos los de su reino estaban a su servicio, para lo cual al día siguiente, se lanzaría de la torre y sus súbditos alados le servirían. A primera hora, antes de salir el sol, el personaje desde lo alto del minarete, invoco a sus alados súbditos, para que cuando saltara, aparecieran y cumplieran su orden.

Nota. Este relato es un resumen de las múltiples leyendas que hay sobre el respecto.

martes, 1 de septiembre de 2020

Miércoles en familia

Hace poco, el miércoles 11 de agosto de 2020, desde hace mucho tiempo, en este complicado año, hemos coincidido para comer, en la terraza de casa, todos. Mi Señora, mis dos hijos mayores y sus esposas, mi hijo menos mayor y mi nieto.

El aperitivo de rigor, algo de bebida, agua, cerveza y un buen vino blanco. Con una de las especialidades de mi mujer, arroz con costra, fuerte para verano, dicen algunos, pero óptimo para todos. Finalizando con algunos heladitos caseros (pistacho, turrón,…)

Después una ligera siesta, cada uno en sus aposentos. El pequeño durmiendo de manera más generosa, en tiempo, en el balancín, controlado por mí. Una vez levantado los entretenimientos y juegos de rigor para nuestra satisfacción. Al final de la tarde lo llevamos a su casa y vuelta a la nuestra. 

¡¿Qué más se puede pedir?!.        

 Recuerdos que llenan el Corazón.

jueves, 27 de agosto de 2020

ÉPOCA OSCURA

 Primer semestre 2020

A mediados de Julio,  pensé hacer un resumen de este tiempo, incluyendo parte de las cosas que me han afectado, algunas, es sabido, que negativas y otras muy positivas.

Por enero uno de mis grandes temores, entrar por primera vez en quirófano, para una operación rutinaria, según dicen, y de paso eliminar unos quistes producidos por pelos que no sabían salir adecuadamente.

La recuperación normal y dolorosa a ratos, normal en la intervención rutinaria, muy molesta en la complementaria. La revisión de la cirujana aplazada y tardía, por la maldita pandemia que lo retrasa todo.

Mi preocupación por la lenta y molesta recuperación me hacía pensar cosas raras; en la visita del hospital comprobaron que era “normal” y que la parte de los quistes tardaría de año a año y medio en ser superado (dada mi edad, y por el boquete que fue necesario).

No tengo claro, en ese momento, que fue que lo me molesto más. Que me recordaran una cosa que sé de sobra, que tengo 70 años; o el tiempo que tengo que seguir con las molestias y los calmantes adecuados.

Lo muy bueno de la época ver lo que me ha ayudado mucho, mi gente, mi familia, en especial mi mujer y en esos momentos, en la distancia, mi nieto y mis hijos. Algunos buenos amigos, mis compañeros de la clase, antiguos colegas, casi olvidados y a mi médico.

Gracias a todos.

jueves, 20 de agosto de 2020

MI GENTE. MI TÍO PERE

 

Mi tío Pedro (el Yeclano para muchos de los que le conocieron) nos dejo en la época oscura de este año, con la tranquilidad de un hombre bueno. Plasmaré alguno de los múltiples recuerdos.

Entre semana en ocasiones, pocas, venía a casa a comer, cuando era miércoles, que viene mi nieto con sus padres. Se daba la coincidencia que eran el mayor y el menor de mi familia (separados por más de 85 años), había una conjunción especial entre ellos. Mi tío dejaba el cayado y la gorra, cuidadosamente en una silla del salón, Al rato el pequeño, con mucha delicadez cogía el garrote y la gorra, se la ponía, y suavecito se acercaba a mi tío, sentado en el sofá, se apoyaba en él, como para solicitar permiso, observar esos segundos maravillosos que sin decir nada, pero con una alegría en sus ojos, se lo decían todo, se entendían y disfrutaban, me llenaba de alegría y está grabado en mi corazón.

Acabada la comida y habiendo hecho una pequeña siestecita en el sofá, que nos ha venido bien a los dos, acompaño a mi tío a su casa, con par de descansitos, los dos besitos de rigor cuando nos despedimos, y a casa.

Un día feliz.

 

Es otras ocasiones hemos compartido algún viaje en autobús a comer gambas, con el Club, en unas mesas largas, generalmente una por autobús. Bastantes mesas, un día conté 12, ya que coincidimos comensales de varias localidades.

Me preguntaban por él, con mucho cariño y admiración. Había sido su capataz en diversos trabajos agrícolas. Según me comentaban les había enseñado mucho y tratado bien. Era una persona amable, callada pero efectiva para ellos y para el trabajo. Con múltiples anécdotas en días de sol o de lluvia.

Después de estas comidas hay baile. A mi tío y a mí  no nos ilusiona, buscábamos un sofá cerca para descansar y reposar la comida, siestecita incluida.

La vuelta en autobús, lo acompañamos a su casa y fin del día.

Completo por un bienestar compartido.