sábado, 13 de marzo de 2010

Desayuno de sabado


Hay pequeñas o quien sabe si son grandes costumbres, devociones, aficiones, debilidades , o lo que cada cual quiera pensar.
Una de las mías en sábado es el desayuno, sin prisas, con la calma que corresponde para relajación del espíritu.
Consta de diferentes partes (omitiendo deliberadamente la relación de medicación, imprescindible para los que ya hemos cumplido los 18 varias veces).
Un trozo de pan tostado, con aceite de oliva virgen, y algunos filetes de caballa de lata, es decir un buen bocadillo, mejorable en cada caso, pero para mi muy completo. Acompañado de una cervecita (fría, a pesar de la temperatura actual) y para culminar un te negro.
Hoy ha sido un tipo Koucha de Japón, que compré en fin de semana pasado en la visita que hice a mi hijo Julio en Barcelona, justito antes de la gran nevada, que nos escapamos por pelos.
No se cuanto tiempo ha durado mi gran desayuno y tampoco me importa, para correr y controlar el tiempo hay demasiadas veces, en ese momento NO.
Buen fin de semana a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Ummmmm qué bueno debe estar!
El tiempo que hace que no compartimos una lata de caballa con....